Por este problema muchos niños han llegado hasta la muerte, se han visto muchísimos casos de personas menores que se han suicidado. El problema no es la persona a la que se lo hacen, si no los que lo hacen. Y también la gente que lo sabe y se calla, que no dice nada ya sea porque se ríen de ello o porque no le importa, tiene parte de culpa.
Todos deberíamos preocuparnos e intentar arreglar los máximos casos posibles porque con ayuda de todos podríamos conseguir que haya muchos menos. Gracias a la educación nos estamos concienciando más de esto y estamos más pendientes de los niños que lo sufren, aunque es difícil saberlo porque la mayoría no lo dicen en sus casas ni en el instituto.

Todos podríamos poner nuestro granito de arena y ayudar a todas las víctimas que sufren acoso.